Cuando me siento perdida en un sinfín de emociones, con tantos sueños pisoteados, ilusiones rotas y tanta oscuridad que ciega mi camino…
Todas mis creencias y metas se van tan rápido como una gota de agua cae sutilmente en una hoja; y pienso… ¿Por qué tanta soledad? Ese miedo a estar contigo mismo, ese miedo a la realidad, ese miedo impalpable a hablar a solas con tu conciencia…
En aquel dilema con mi propio yo, fijo la mirada en mi ventana, ese pequeño rayito de luz que sale a través de ella, simulando el rayito de vida, la esencia del universo, la luz que siempre estará asomada en la oscuridad…
Vuelvo a creer en mí, se que no estoy sola, soy una pequeña parte del cosmos, una pequeña parte del todo… que se encuentra impregnado con aquella esencia, ese algo esta allí, reflejado en aquel rayito de luz, que parece tan insignificante, pero que simula la vida…
Vida, que se en encuentra en aquellas cosas que a veces por preocuparnos por lo cotidiano, pasamos por alto, esta allí… en aquel canto de las aves, en el pequeño movimiento de una hoja al caer arrastrada por el viento; en el sonido relajante de la lluvia y del paso de un rio… y el aquel rayito de luz que alumbra mis penumbras.
Tal vez lo que llamamos Dios, sea eso esa esencia… que siempre esta dentro de nosotros y en cada partícula de este mágico universo.
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